Para recorrer el camino al autoconocimiento hacen falta pocas cosas: Una tarde de fresco sin batata en Buenos Aires, un blog donde vertir las revelaciones del café con leche y dos brasileros que le haga caritas a uno en un bar maracanoide de Santa Fe y Uriburu.
Así expuesto uno lee lo de arriba y dice " evidentemente este muchacho fue abusado con una abrochadora de chiquito y ahora se le da por revivir el trauma".... Que se yo, unas semanitas en la clínica Flenny no me vendrían mal para poner un poco la bocha en orden.
El tema es que hoy estaba mirando mi vitácora de pelotudeces en casa , y el día estaba taaaaan lindo ( odio cuando todo el mundo opina que el día esta lindo y hay que salir a pasear) que esperé a que se fuera el sol para salir a dar una vuelta y escribir algo nuevo. Reviví mi viejo recorrido de estudiante de derecho, cuando arrancaba caminando desde Belgrano y llegaba al microcentro con el discman a todo trapo. Pongo el marulo en modo " chillout" y me quedo junando gente toda la tarde.
Tengo una extraña fascinación por la gente que vive en los primeros pisos de la Avenida Santa Fe. No puedo probarlo aún por falta de fondos, pero creo que si hacemos un censo, el resultado arrojará que son en un 90% exhibicionistas. ( 100% entre planta baja y el primero)
Cualquiera que vaya en colectivo por ahí será que la mejor y mas directa visión del pasajero frecuente, es un chaval que en medias, se caga de risa en el sillón de su living, haciendo como que mira tele, o que lee, simplemente mostrándose interesante ante la mirada escrutadora de todo el pasaje. Es como un reality pero en bondi.
Parte de mi curiosidad nace en los diálogos imaginarios que voy creando en cada ventana abierta, en esas charlas de café que uno a veces espía por la vidriera del bar, donde se sanjan las diferencias de las parejitas. En ocasiones me gusta ver que cara me pone el pibe que se está comiendo una filípica de parte de una nena que sino fuera porque revuelve el café con crema como si fuera a darle ignición a una hélice de avión de la primera guerra, sería divina. O de los miles de rostros que miran hacia afuera, de cómo se mezclan los suspiros, los vapores de un submarino de los de adentro, con el aliento que se escapa de la bufanda de los que caminan afuera. Mucha gente sola, mucha gente con ganas de que otro se le quede mirando, solo mirando un ratito.¡Ay Buenos Aires, sos un solos y solas!Y a mi lado se sienta un padre divorciado a charlar con su hija adolescente de como van las cosas, y él con sus excusas y ella con sus reproches, y si tan solo se abrazaran ahí mismo se sanjarían tantas distancias. Me dan ganas de levantarme de la silla y hacer terapia de grupo con ellos. Hasta que entran dos amigas que hablan en colombiano, y se me sientan en la mesa de enfrente y se ponen a leer las revistas del corazón en donde sale gente famosa y me doy cuenta de que la pelotudez está internacionalizada, sin importar el acento que le pongas.Y no faltan los que volvieron a encontrar el amor en la vida, pero de grandes. Y están todos acaramelados como pendejos, pero tienen más de cincuenta. Carajo, algún día por ahí me pase también a mí. Es amor en una playa de autos usados.
Me pido un té verde para bajar la dosis casi mortal de cafeina que traigo y cuando se van las colombianas caen dos brasucas, re macanudos. Maracas a full y se cuentan así medio en secreto lo que le harían a cada uno de los vampiritos de la saga crepúsculo en perfecto portugay. Me encanta que la ciudad sea así de cosmopolita. Ojalá pudiera hacer esto más seguido, el ritmo de la semana a veces hace recaer demasiada atención en las boludeces propias habiendo tantas por ver afuera!
By Colton" walker" & " baja la persiana si vas a ponerla degenerado del primero" Vegas
Así expuesto uno lee lo de arriba y dice " evidentemente este muchacho fue abusado con una abrochadora de chiquito y ahora se le da por revivir el trauma".... Que se yo, unas semanitas en la clínica Flenny no me vendrían mal para poner un poco la bocha en orden.
El tema es que hoy estaba mirando mi vitácora de pelotudeces en casa , y el día estaba taaaaan lindo ( odio cuando todo el mundo opina que el día esta lindo y hay que salir a pasear) que esperé a que se fuera el sol para salir a dar una vuelta y escribir algo nuevo. Reviví mi viejo recorrido de estudiante de derecho, cuando arrancaba caminando desde Belgrano y llegaba al microcentro con el discman a todo trapo. Pongo el marulo en modo " chillout" y me quedo junando gente toda la tarde.
Tengo una extraña fascinación por la gente que vive en los primeros pisos de la Avenida Santa Fe. No puedo probarlo aún por falta de fondos, pero creo que si hacemos un censo, el resultado arrojará que son en un 90% exhibicionistas. ( 100% entre planta baja y el primero)
Cualquiera que vaya en colectivo por ahí será que la mejor y mas directa visión del pasajero frecuente, es un chaval que en medias, se caga de risa en el sillón de su living, haciendo como que mira tele, o que lee, simplemente mostrándose interesante ante la mirada escrutadora de todo el pasaje. Es como un reality pero en bondi.
Parte de mi curiosidad nace en los diálogos imaginarios que voy creando en cada ventana abierta, en esas charlas de café que uno a veces espía por la vidriera del bar, donde se sanjan las diferencias de las parejitas. En ocasiones me gusta ver que cara me pone el pibe que se está comiendo una filípica de parte de una nena que sino fuera porque revuelve el café con crema como si fuera a darle ignición a una hélice de avión de la primera guerra, sería divina. O de los miles de rostros que miran hacia afuera, de cómo se mezclan los suspiros, los vapores de un submarino de los de adentro, con el aliento que se escapa de la bufanda de los que caminan afuera. Mucha gente sola, mucha gente con ganas de que otro se le quede mirando, solo mirando un ratito.¡Ay Buenos Aires, sos un solos y solas!Y a mi lado se sienta un padre divorciado a charlar con su hija adolescente de como van las cosas, y él con sus excusas y ella con sus reproches, y si tan solo se abrazaran ahí mismo se sanjarían tantas distancias. Me dan ganas de levantarme de la silla y hacer terapia de grupo con ellos. Hasta que entran dos amigas que hablan en colombiano, y se me sientan en la mesa de enfrente y se ponen a leer las revistas del corazón en donde sale gente famosa y me doy cuenta de que la pelotudez está internacionalizada, sin importar el acento que le pongas.Y no faltan los que volvieron a encontrar el amor en la vida, pero de grandes. Y están todos acaramelados como pendejos, pero tienen más de cincuenta. Carajo, algún día por ahí me pase también a mí. Es amor en una playa de autos usados.
Me pido un té verde para bajar la dosis casi mortal de cafeina que traigo y cuando se van las colombianas caen dos brasucas, re macanudos. Maracas a full y se cuentan así medio en secreto lo que le harían a cada uno de los vampiritos de la saga crepúsculo en perfecto portugay. Me encanta que la ciudad sea así de cosmopolita. Ojalá pudiera hacer esto más seguido, el ritmo de la semana a veces hace recaer demasiada atención en las boludeces propias habiendo tantas por ver afuera!
By Colton" walker" & " baja la persiana si vas a ponerla degenerado del primero" Vegas
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