Estaba de camino para hacer esta nota en Starbucks de las Cañitas, cuando dos rugbiers salames me cruzaron el paso con tosquedad, flojos como andaban de modales y yo de paciencia, me dirigí a la cajera para preguntar si quedaban lugares disponibles en la parte superior del salón y esperé a que no llegara nunca una respuesta. A su vez los dos roperos jugaban a llevarse puestos, a golpearse las cabezas, iban y venían arrastrando las erres y las eles cual si fueren "yes"y con cadencia. (Yyyyama a la cajera, coryee a buscar una mesa). Los chetos son a mi lo que el Kux Kux Klan es al Harlem. Mi cara empezaba a transfigurarse, la idea de empezar a tomar rehenes y usarlos como escudo humano ya no me desagradaba. Tuve una visión rápida de lo inevitable, y aparte de ello me incluía metiéndole muffins a la fuerza mientras los golpeaba con la taza especial super extra extreme mega hiper tera-cofe-store de 6000 onzas! Gritando " ¡Pronuncía bien pelotudo!" Y obligandolo a silbar con la boca llena de miguitas.Decidí que por mi bien, el del barrio y las noticias de la tarde, irme a un café de las cercanías no estaría del todo errado.
Arme campamento bajo un árbol de uno que tenia patio y café.
A mi lado parejas con más años juntos que los que cuento como propios. Esos son macanudos, se charlan poco. Nada que ver conlos otros, los primerizos, los que no gozan de los beneficios de la incomunicación y suman la dulzura empalagosa de los primeros años convivenciales (algo que se ve reflejado en como se comparte la carta, la chessecake o el mil hojas y que logra quitarme por completo el apetito por horas). Tardes de primavera en las cañitas.
Hacia mucho que no volvía tomar café por el barrio, sus veredas, su pasividad burguesa, su aparente tranquilidad y ausencia de expresiones sonoras de relevancia. Acá las charlas de las parejas grandes son casi inexistentes, solo leen el diario y a veces lo comentan en voz alta. Las parejas jóvenes miran revistas, lucen bonitos, parecen felices... Que lindos...
Estan ojeando desde hace media una revista de decoración, viendo si las cortinas serán, rojas o azules, si el cajón grande que compraron en el tigre quedará mejor laqueado o simplemente patinado con balco y turquesa. Cambian de parecer a cada nueva hoja, y la ilusión se refleja en esas sonrisas de colgate sin placa. Hay un no se qué en el modo que intentan trasnformar su "dos ambientes interno" en algo de estilo rural, tipo casa de campo.
¿Estamos frente a una pareja de genios o un grupo de excéntricos pelotudos? No creo que sea de utilidad un palanque en el piso 5, digo, imaginen las complicaciones de subir y bajar un caballo ensillado, ocasionalmente con alforjas, por el elevador de carga ( si lo hubiere) sino, cinco pisos con el sonido de los cascos herrados por escalera. ¿Se imaginan al consorcio? Tipo que tipo que no daaaaa.
Giro de página, olviden todo: maaaar, de repente la sala da a un inmenso oceano con rompientes ( y no ya a las bombachas de la vecina del departamento B) y las paredes reclaman aires marinos. Blancos los pisos de madera y sogas, habrá que volver al tigre y comprar amarras, hacer muchos nudos, un timón, algún pescado para la pared.
-¡Pescado no! ¡No seas tonto!- le dice ella, juguetona.
Y el la mira, desoyéndola por completo en una gran sonrisa de estúpido descerebrado que mueve a algo similar a la pena.
Ella arremete, parece querer volver a la idea del sulqui en el baño y el sitio de jineteada pegado al plasma del living. ¿A cuantas cuotas estamos de estos sueños me pregunto?
En la otra mesa las cosas no pintan mejor, el establishment está por tomar las armas... Nos hemos quedado sin jugo de naranjas. "El niño tiene sed y no hay naranjas" suena como voz en off.
-¿Pomelo se servirá el señor?- Pregunta el atento mozo lacayo.
Y el señor toma con desprecio la carta y mirando con desdén a sus siervo (de propina) confirma que beberá pero solo a disgusto( y frunciendo bastante el entrecejo con expresión de : solo espero que los feudales de la otra comarca no ataquen el castillo en nuestra ausencia...) Que clase de lugar es este que no tiene jugo de naranjas.... Lo único peor que las parejas del domingo son las parejas dobles de domingo. Deberían prohibirse, estatuirse una agenda de temas y lugares comunes para nunca jamás volver a tratar en público y llamarse una vez al año para las fiestas, celebraciones y cumpleaños.
Miro a los cielos una vez más y le guiño un ojo a una nube que pasa, "espero Te estés diviritiendo..."
By Colton & Vegas.