miércoles, 29 de julio de 2009

MI VIDA A LOS 20 EN REVIEW DIGITAL

miércoles, 29 de julio de 2009

Para todos los que se han agregado hace poco y no conocen como nos divertíamos antes de armar este blog va este video. Mucho antes de que cualquiera de estas demencias se plasmaran en vuestras pantallas me dedicaba a vender frutos del bosque ( en la época de la recesión del 2001 entrar a un restaurant a vender frutos del bosque era poco menos que venir con la noticia de que uno le había hecho un hijo a la nieta del gerente y que era portador de HIV). En más de una oportunidad salvamos el pellejo de avezados conductores, motos de delivery y los típicos pozos que prolijamente dejo crecer Ibarra por toda la Ciudad. Fueron años maravillosos donde después de laburar nos íbamos a un gimnasio de mala muerte en Villa Urquiza y practicábamos aikido hasta quedar entumecidos de tanto caer en esa lona sin goma espuma que oficiaba de tatami ( el sitio supuestamente acolchado donde uno practica las tomas, etc).
Con un poco de memorabilia los dejamos con este relato inspirador. ¡Que los disfruten!


El despertador sonaba a las siete y media, y salía con el reparto. De camino lo sacaba de la cama al negro quien ( si mal no recuerdo) tuvo un record perfecto de puteadas en continuado desde el instante en que se subía al auto hasta pasados los primero diez minutos, donde me escuchaba quemarle los sesos con temas de faldas. Parábamos a tomar un café, clavar un pucho y seguíamos con el reparto viendo pasar mujeres y ranqueándolas ( Cinco Cleant Eastowoods ameritaban a que el pibe que acompañara a la mina fuera un soquete y se ligara al menos una puteda) como solo EUROTRASH te puede enseñar.
El negro traía power al coche, le daba aún más surrealismo a la mañana, una mezcla de rocanroll y Charles Bukowsky sin comparación!
Esta es una recreación digital de aquellos momentos en los que el negro se levantaba y miraba el celular temeroso de que estuviera ya en la puerta de casa listo para una loca nueva aventura, corriendo a velocidades increíbles por la ciudad, o trepados a montañas de cajas con cortes de res en un frigorífico ( donde guardábamos nuestras fresas) a 20 grados bajo cero y con viento permanente. Solo a los Hijos de puta del Frigorífico de la calle BArtolomé Mitre se les ocurría estoquear cuatro toneladas de frambuesas congeladas en la parte superior de una frigocámara de doble piso. Intentar llegar tan solo hasta donde estaban se transformaba en una proeza de vida o muerte, teniendo que treparse a las cajas listas para exportar de carne bovina que hacían de escalera a falta de algo peor.
Todo eso y más, porque EUROTRASH se hizo de abajo, de abajo de una montaña de costillares de asado cuando la pila se venía en banda, pero siempre de abajo.
Saludos!

1 comentarios:

Kurei Icewolf dijo...

Los viejos tiempos, los buenos tiempos, los tiempos de todo o nada. Para bien o para mal no siento que hayan pasado, solamente hicimos una pequeña pausa para tomarnos la demencia con mas calma, pero en el fondo todavia somos 2 pendejos insolentes y mal llevados,que a katanazos, puteadas y chistes de cualquier indole aun seguimos demostrandole al mundo que la autentica rebeldia viene acompañada con grandes dosis de sarcasmo (y mucho aguante).
..
(o al menos dejar de pegarse solo)

 
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