VAMOS A LA PLAYA OH OHOOHOHO

VEGAS Y CHARITO ? AMOR DE VERANO?

VEGAS DIJO: Solo somos amigos, recien nos estamos olfateando.

UNO A VECES NO SABE A QUÉ PELIGROS ESTÁ EXPUESTO HASTA QUE LEE LO QUE MATA EL “OFF”… PARANOIA, RITOS PAGANOS Y FACTOR DE PROTECCIÓN ALTO PARA LOS QUE SOMOS BLANCO TETA.

La tarde de playa nos encontró dominados, ya que como diría el General Peroncho, unidos no estábamos. Que no se malinterprete, la unidad espiritual estaba, lo que sobraba era el kilombo.

Ya cuando uno cae a morfar con la bikini de otra, cagándose de la risa de cómo le marca el paquete, es momento de apagar el fuego, terminar todo aquello que se está haciendo, pegarle una repasadita a la mesada y volver a la cama hasta que sea lunes.

Pero no, en este grupo la boludez más extrema y la originalidad comparten genes. Y es como una partuza entre ocho primos antes del ADN en donde pululan los embarazos: las similitudes son tan grandes que no da para ponerse a discutir si este es hijo o sobrino de aquel, se respira profundamente y se convive como una gran familia disfuncional ( ahí está la gracia!) en la que cada tanto hay que poner orden y revolear uno que otro cintazo para que las cosas caminen.

Fuimos a la playa, con una de las chicas todavía indignada porque le habían usado la bikini y pusimos la carpita. Ni chance de sacarnos la campera. El viento nos llevaba, había un sol perfecto y me quedé escrutando el poniente durante media hora pensativo.

Cristian se me paró al lado, miró al horizonte, hacia donde tenía perdida la mirada y acotó: “ estas pensando en algo profundo no?”

-No- le dije, -…estoy esperando al hijo de putas de los churros hace media hora…- No hay nada que me ponga de peor humor que no poder saciar un antojo. El churrero nunca llego. Espero le haya pasado algo terrible….

Ya de noche , vueltos a la casa nos debatimos entre sacarnos las ganas de comer mexicano o entrarle a los nueve kilos de asado que habíamos comprado para el domingo. La discusión duró lo que tarda en hacerse el fuego. Y al poco tiempo, el frenesí de chimichurri y salchicha parrillera era total. Lo justo como para dejar espacio para un helado en Pinamar y un torneo relámpago de tejo en SACOA. En el daytona de siete ganó Ingrid, Tommy se chivo para el carajo y puso el coche a dar vueltas a contramano y yo salí cuarto porque me encerraron en la última curva. Yo no se quien hace estos juegos de mierda.

De ahí a la playa de nuevo, con las mantas de casa, a hacer carpita india para ver salir el sol.

Fue un Iglú indio. Esa noche hicieron 3 grados y terminamos amuchados en una gran masa de gente. Temí se estuviera por cumplir la profecía del Vermicelli ( Ver nota VALERIA DEL MAR ALLAAA VAMOS), lo más extraño fue que a la hora de volver a casa no sentía los pies. Un osito estaba desde hacía dos noches debajo de mi almohada ( sin haberlo puesto allí!! Estan vivos esos hijos de putas!! Noss Van a matar a todos!!!) y me estaba dando paranoia balnearia.

Continuará

By Colton & Vegas