lunes, 29 de noviembre de 2010

EL OPTIMISTA EN MI

lunes, 29 de noviembre de 2010
Los avatares a los que se somete una persona a lo largo de los meses de otoño e invierno solo son el presagio de lo que  viene en primavera y el comienzo del verano. Aquí, una guía vivencial, sencilla, práctica y de extrema utilidad para sobrevivir a todo encuentro social que se proponga " despedir" con  buena onda el año o simplemente  un consejo: ¡¡HAGASE CONTAGIAR DE PAPERAS Y QUÉDESE EN  CASA HASTA QUE SEA  ENERO!!

Suena el despertador. Uno se levanta de la cama bociferando maldiciones al infierno por no  habérselo llevado al más allá después de la pasada noche de escabiolino . La  cabeza  pesada y un aliento que  es resaca en aerosol, acompañan un zigzaguear de  rastreador de vívoras mareadas hacia el baño. 
Hay un ser extraño en el espejo, es un  mala mezcla de las fotos de postguerra de la familia, un desmadre al estilo Joaquín  Sabina y un cuadro simple  de internación con diálisis. Los ojos parecen un entramado de cristales detonados por fundamentalistas del fernét con coca, entre los parietales del cráneo, los pibes de la comparsa del barrio ensayan con sus bombos para los carnavales.
Otro día, otra fiesta de  fin de año y la bendita purpurina pegada en todos lados, hasta que la gente  del subte se te queda mirando un cachete mal  enjuagado esa mañana y te ve como lo que realmente sos " la reina del carnaval de gualeguaychú " disfrazada de oficina en un subte que  ya empieza  tomar la temperatura de un  criadero de esporas.
Llegás,  abrís los correos y levantas los mensajes. Todo el  mundo  tiene ganas de encontrarse con todo el mundo para esta época. Están los de la primaria, los de la secundaria, los del curso de paspartú, lo  del master, los de idiomas, los del Club, los del barrio, los amigos de antes, los amigos de ahora, los ex-novios y esss novias, los del laburo anterior, los del presente y  los que te emplearán de acá a dos décadas. Conseguir un resto  decente para ir a comer es un kaos. Es como buscar  flores en el día de la novia o en un  28 de febrero. Todo lo que se consigue es caro, subido de tono, pedorro, amontonado o viene con un menu de pizza de morondanga, servida por  gente  que tiene severos problemas de equilibrio, que no  maneja con  fluidez  el español, que no tiene lo que uno le pide o se lo trae cambiado. El vino que uno  busca se acabó, solo queda el de la casa, y esta tibio, esta ideal para darse un baño. Parece sacado de  un baúl de taunus bajo el sol rajatierras del Chaco a las 3 de la tarde. Y te lo sirven igual. Picado, parece papelito de cancha,  un aceto de ensalada sin desperdicio. Y la moza te mira ( con cara de Tinelly me va  a sacar de este pozo y voy a ser alguien), y te obliga  a que lo degustes y cuando le decís que has tomado mejores cosas en  un parador de camioneros de ruta 6 te  mira ofendida. Como si la  dueña del  viñedo fuera ella.
-"Por ahí  si lo deja  tomar un poco de aire"- agrega....
-Por ahí si  terminaras el secundario te darías cuenta de que  hay reacciones  químicas que la simple oxidación  no puede modificar.- piensa uno.
Y el borracho de al lado  tuyo te palmea la espalda y dice que se lo va a tomar él, que le  traiga un poco de  hielo para bajarle la temperatura y  un sifón de soda. A 60 pesos la botella... No aceptaría tomarlo con soda  ni que vinieran Ceratti, Alberti y Zeta! 
¿Y el borracho hijo de una  trabajadora de la calle espera que pague por su vicio? Es una noche caldeada. La mesa está complicada. Hay  muchas internas de las que uno a  veces es parte. Esta la gente que  te quiere dar, la  gente que  ya te dió masita y los que   quieren  dárselas de  que ahora están con alguien mejor que vos, y no le largan la  mano en toda la noche. Y los miran con esa cara de " sos el amor de  mi  vida, con vos quiero los hijos que no  tendría con el boludo ese al que le sirven el vino patero". Y cada  tanto  se les cae una mirada. Hay dos segundos en donde dos pares de ojos se encuentran y se dicen todo, lo  bueno lo malo, lo  difícil, se piden perdón y se putean a lo lejos, se confiesan amor, se palpan de armas. Cada tanto alguno se avispa y le manda una patada por debajo de la mesa a otro. Cada mesa es un vida que se va, la vida que pudo ser,  "lo que  hubiera pasado si". Vienen las fotos, vienen los proyectos de  vacaciones. Y ahi tenés que escuchar las anécdotas de vacaciones. Vos rezas para que algún ingeniero de la Lockhead se equivoque, ponga una coma mal y  la pifie con los cálculos de la nueva turbina que los va a llevar a donde mongos sea y que a mitad del viaje se prenda fuego el boing (espero con un gran bang!), les vuele medio fuselaje y los haga  aparecer hechos una bola incandescente de escombros sobre las Toninas, antes de tener que escuchar su relato cuando  vuelvan.
Las morsas peludas hablan de trajes de baño, de estar listas para el verano. El verano ya se alistó, pero ese culo poseado como carretera  fuera de período eleccionario no. Y si  hablan de alistarse " pongamos un  detector de balleneros japoneses en el bolso de playa" lo entiendo, porque  estan  buscando autopreservarse, pero  ¿de ahí a hablar de  dietas milagrosas? Cuando las más dejadas hablan de hilo dental no  puedo  menos que imaginarme a tiradores Snipers en la torre del guardavidas con balas de magnesio. ¡Por el amor de Dios! ¡Hay chicos jugando en la playa!
Pagamos la  cuenta,  nunca había  visto que me cobraran 39 pesos por un almendrado flojo de  frío y encima me lo hacen en un papelito de morondanga con la excusa de que la registradora no anda. Mañana les mando a la afip, les mando a salubridad pública, les mando  cartas bomba, quiero  brindar y que sea 31 a la noche. Quiero a un tío borracho prendiendo petardos con un pucho, medio mamado y  gritando "Feliz hip... añio...hip nuevo", mientras se abraza con un perchero.
By Colton & Vegas

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