viernes, 16 de octubre de 2009

OKTOBERFEST REVIEW II: LLEGAMOS A LA FIESTA

viernes, 16 de octubre de 2009
SALIMOS AL SUPER: Y LA PELEA CLÁSICA ES ¿QUE COMPRAMO? ¿FORROS O ALFAJORES?

Son poco más de las diez y no hemos roto el récord del año pasado de beber antes del mediodía, pero caminamos igual, buscando un lugar donde expendan malta Córdoba ( simillar a la Quilmes pero con agua de la zona) y nos quedamos entre los que estamos, bebiendo el primer chopp en las puertas del super con la brisa matutina de lleno en los ojos.
Damos vueltas por las góndolas abarrotadas de productos: un dulce de leche familiar ( para panqueques y desayuno) asado de tira y morcillas ( tambien para el desayuno porque los omnívoros de la casa tienen el apetito de un oso pardo), cereales y jugo de naranjas ( porque siempre tenemos a alguno que se rescata después de nueve cervezas) y finalmente toallitas. Las chicas se miran entre ellas, incriminándose con la mirada, como diciendo " ¿las pusiste vos?". Pero no , hemos sido nosotros, porque detrás de nuestro machismo servil, hay un hombre sensible y las tenemos presentes aún cuando sean innecesarias. Un par de artículos de limpieza para que el aroma a testículo no tome posesión de la casa, alguna gaseosa para cortar con la monotonía y mucho papel tissue ( sobrevalorado en su absorción a mi gusto )
Llegamos a la caja con dos changos, uno solo de cerveza y el otro con vituayas. Como me deleita cocinar he metido un par de cosas escondidas que no harán saltar el presupuesto ( un sobrecito de canela, dos caldos de pollo para hacer un fondo de cocción de ave para la pasta con salsa, etc) y nos dirigimos hacia la casa.
La pasividad del primer día es corrompida al instante por la toma de lugares. Dejamos ( hay ciertas batallas que estratégicamente deben ser perdidas para evitar hinchazón genital a posteriori) el mejor cuarto y el baño más grande para las chicas.
Nosotros estamos confinados a las habitaciones de servicio, donde el aroma a vestuario pronto surgirá y nuestro baño será, cementerio de pelusa y jaboncitos sin terminar.
Son tres camas y los pibes somos cuatro. Dos matrimoniales y una simple. Nos miramos entre todos como el primer día en prisión. Ya fue muchachos, dejemos que la suerte decida ( queremos evitar situaciones del tipo " eh no, pero yo quería dormir cucharita con vos macho, que paso que te fuiste a apoliyar solo..." que tan poco bien hacen a la amistad) y lanzamos una moneda al aire.
-¿Cara o seca?- Pregunto.
-¿Cuál es cara y cuál seca?- Contesta uno...
-Estos pibes no saben nada de fútbol - Pienso - Así les van a cagar el saque siempre.-
Tomo la moneda nuevamente y les digo: -Solcito es cara, numero es seca- Vamos de nuevo.
Y la moneda vuela por los aires y termina en el dorso de la mano.
Esta noche duermo cucharita, que va.... con esta mala leche no la pongo más...
Y yo que venía todo ilusionado con que la última noche íbamos a ponernos en calzoncillos con los pibes, haciendo un piquete en la puerta del cuarto de las chicas al grito de "emboscada de chotaaaa" y armar un video eróstico.
Comemos spaghetti, hacemos una nana como para estar fresquitos para la tarde y terminada la ronda de mate salimos para el parque cervecero.
Diez cuadras... Lo suficiente para no quedar agotados o inapetentes. Venimos haciendo bromas en continuado desde la subida al micro en la Estación y francamente nos sorprende con qué poco se puede reir uno sin demasiadas pretensiones ( va decayendo lenta e irrefrenablemente nuestro estado de lucidez, pero como es generalizado no se nota tanto, temo terminemos dándonos con un palo en la cabeza y riendo de todo esto como hombres de era de Hielo)
Tuvimos suerte. Caímos justo antes de que terminara el desfile.
Cada delegación ha traído a sus mejores exponentes de danzas típicas y obviamente está el carro principal con la orquesta en vivo y el desfile de la reina con sus dos princesas. El grupo está dividido en este tema, están los que nos preocupamos por sacar la mejor foto entre los flashes de los otros turistas, buscando una posición de privilegio, y están los que, ya medio entonados, señalan sin descaro a la segunda princesa y gritan a todo pulmón " ¡Con vos quiero tener un pibeeee!"... Modos de interactuar ....
La entrada es rápida y sin demoras y la gente de a poco empieza a poblar el bosque que hace de plaza central. De una lado los locales de comida, del otro, los de bebida. Justo en medio, los baños. En una fiesta de la cerveza el baño es casi primordial. La gente anda como camellos de acá para allá, metiendose litro y medio de bebida de un saque y echándolo por el retrete con la misma facilidad. Hoy está tranquilo por ser el primer día, pero al año pasado esto desbordó de meantes y terminaron dando vuelta un container que había dispuesto la organización para usarlo de toilette.
Nos vamos de prepo para la zona de la cerveza artesanal y llenamos los cuencos en el primer brindis ( ya llevamos como nueve primeros brindis desde que llegamos) dentro de la fiesta. De ahí nos mandamos a comer una berna ( satzitzen de viena envuelta en panceten con chucruten y mostaciten! en pan) y al boliche a bailotear un rato.
Yo francamente me sorprendo de mi poco aguante etílico y de seguir vivo.

Continuará...

Colton & Vegas ( que todavía no me habla porque no lo llevé)

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